Tras el tirón de la trilogía de Stieg Larsson están empezando a surgir de la nada, y como en este caso del año 2003, novelas venidas desde el Norte de Europa para aprovecharse.
Prometía mucho leyendo las críticas pero me ha decepcionado, no porque sea una mala novela, sino porque es menos de lo que me esperaba, primero porque cuenta la típica historia ya sobada del asesinato ritual, segundo porque solo al final del libro se atisba un mínimo de ritmo y reconozco que engancha, el resto es monótono y aburrido como un telefilme de antena 3 los Sábados a las 4 de la tarde y tercero porque tiene unos toques (pelín feministas) que huelen a reivindicación social, la escritora es una mujer, la policia protagonista es mujer, la sospechosa es mujer, los niños que aparecen en la novela son niñas, hasta la fiscal y la periodista tocapelotas son mujeres, eso si, afortunadamente hay hombres entre las nieves de los países escandinavos, claro que todos los que aparecen o son maltratadores, policías inútiles, jefes acosadores, y fiscales cabronazos, excepto Sivving que es la excepción entre ese cúmulo de pobrecitos.
Recomendable solo para personas que no lean críticas ni lleguen al libro con grandes expectativas.
