15 febrero 2009

Abaratar el despido...o el cachondeo padre...


Estos días no hago mas que oir en la radio, ver en la televiso y leer en los periódicos estas palabras: "...hay que abaratar el despido...".
No voy a comentar quien es el individuo que las dice, pero os lo podréis imaginar, y mi respuesta, a esa afirmacion barata, simple, vergonzosa, impopular y sangrante hasta el infinito, es lo que expongo a continuación:

1.- Abaratar el despido es poner en el disparadero a gente que durante las vacas gordas, o en las "maduras", da la mayor parte de su vida, su dedicacion diaria (o la mayor parte) a que la empresa a la que pertenece siga creciendo, y que los dueños sigan llenandose los bolsillos.
¿a cambio de qué?, pues normalmente un salario, digno en la minoría e indigno y ridículo en la mayoría, sin acordarnos de casos que rayan en la explotacion, por no decir esclavitud.

2.- Reconozco que los empresarios son los que arriesgaron en su momento para montar esas empresas, los que tuvieron una idea y la llevaron a cabo y es de recibo que se lleven el mayor numero en los beneficios, y reconozco también que muchas veces dan con empleados que no dan lo que se espera de ellos y son un lastre para la compañía, pero eso no justifica el comportamiento actual.

3.- Propongo a estos señores una receta mágica. De acuerdo, vamos a abaratar los despidos, pero a cambio vamos a cobrar un sueldo fijo y la mayor parte la basaremos en unos beneficios equivalentes a los margenes de la compañía. Es decir, la empresa gana y el trabajador gana, la empresa deja de ganar tanto (recesión?) y el trabajador deja de ganar tanto, pero no va a la calle.
Si fuese a la calle, seguramente las ganancias de los momentos de "vacas gordas" estarán a buen recaudo, produciendo en alguna cuenta de ahorros o en inversiones d futuro, previendo esta situación.
Aqui es donde los DUEÑOS deberían tomar nota, menos reparto de beneficios en las "vacas gordas" y mas prevision de futuro para afrontar con garantías las "vacas flacas" y proseguir con el negocio.

TODO tiene su LIMITE (hasta el numero de veces que nombro a las Vacas)

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